Nació el 10 de diciembre de 1771, falleció el 6 de febrero de 1848, en Montevideo. Fue hijo de Manuel de Larrañaga, vasco español y de Bernardina Pires, de Montevideo.

Fue religioso, arquitecto, estanciero, naturista y botánico. Estuvo entre los principales responsables de la fundación e inauguración de nuestra Biblioteca Nacional, en 1816. Escribió una Oración Inaugural para la apertura. Contribuyó a crear la Universidad de la República.

¿Sabías que, en 1813 fue delegado ante la Asamblea General Constituyente, en Buenos Aires? Y aquí, lo hizo en el Congreso de Capilla Maciel.

En 1821

Tomó parte en el Congreso Cisplatino, votó la incorporación de la Banda Oriental a Portugal como Estado separado y sin que perdiera fueros ni privilegios. Ese mismo año, fundó la Sociedad Lancasteriana, escuela que formó su método de enseñanza.

¿Sabías que, esta escuela funcionó en una sala del Fuerte de Gobierno? Estuvo en plaza Zabala hasta fines de la dominación brasileña. Lo nombraron Vicario Apostólico en 1824.

Fue escritor

Su “Diario de viaje de Montevideo a Paysandú”, -1815-, despertó interés. No era una obra literaria, pero pintó de forma veraz la imagen de nuestro campo, su gente y estilo de vida.

Mostró a Uruguay como una “tierra semi-baldía, poblada por cardales y perros cimarrones”. Fue objetivo y directo al escribir.

¿Sabías que, Larrañaga se emocionaba cuando miraba al río Uruguay? Lo veía majestuoso y temía no volver a verlo.

Retratos

Con veracidad fotográfica describió a sus compatriotas. A Fructuoso Rivera lo llamaba Ribero, pintó un perfil diferente a como lo mostraban otros.

A José Artigas lo describió tal como vivió, sumido en una auténtica pobreza, lisa y llana. Larrañaga mostró su talento de escritor no solo con lo que decía, con lo que no decía, también. Usó muy bien el lenguaje sobreentendido.  

“Me gustó mucho conversar con nuestra gente, porque más se descubre por casualidad, que por la Filosofía”, Dámaso Antonio Larrañaga.

Escribió “Fábulas americanas”, en 1826. En 1830 fue elegido senador y presentó a la Asamblea Nacional el primer proyecto para armar la Universidad de la República, en 1832. Como diplomático se destacó en el nacimiento del Uruguay como nación.

Fuente: “100 autores de Uruguay”, Paganini, Alberto; Paternain, Alejandro; Saad, Gabriel

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