Cuando caen los dientes de leche, los definitivos que salen no siempre se ubican bien. Esto puede ser hereditario, aunque algunos malos hábitos ayudan a que así suceda.

¿Sabías que, si siempre te comes las uñas o muerdes el lápiz harás que las piezas permanentes se coloquen mal?

Los dientes mal ubicados no solo importan por lo estético, traen más consecuencias negativas que lo que se cree. Pueden dar dolor de cabeza, tendencia a caries o desajustar la mordida.

¡Al odontólogo!

Allí encontrarás la solución, si te aconseja ortodoncia será la adecuada a tus necesidades.

¿Sabías que, los más efectivos son los brackets? Según el caso, se usarán con distintas funciones. Ahora hay varios modelos, tu dentista te dirá cuál te servirá.

Lo importante es que el tratamiento comience lo antes posible, se alinean más fácil los huesos de un niño que de un adulto.

Lo mejor es empezar a los 8 o 9 años y, aunque depende de la valoración de tu odontólogo y de tus necesidades concretas, el tratamiento suele durar cerca de unos 2 años.

¿Sabías que, cuando te entreguen tus brackets debes usarlos todo el tiempo que te indiquen? Porque lo que sí está comprobado es que, “si los guardas en un cajón, no habrá resultados”. ¡Cuídalos y úsalos!